La penosa búsqueda de la alegría
se hace en silencio: por escrito.
¡ La soledad arrecia ¡
Las palabras viven sólo al ser leídas,
en el papel dan tumbos y se estrellan
en los muros de la memoria que no
acierta a recordar si fui feliz.
Quizás ser feliz sea la amalgama
del sueño, la voluntad, la infancia,
el lugar donde el paisaje y la distancia
se respiran para ensanchar el alma.
¿Tú que dices ?
O es sólo el pan cuando hace falta,
la cama, el cobertizo, una presencia
reiterada o el éxito rotundo del olvido.
Quizás es un momento, apenas, que
se acomoda a otros, como las cartas
en un mazo, cuando la mano es distinta
pero el juego es el mismo.
¡ Qué cansancio ser hábil ¡
Amar con piedad, con agradecimiento,
creer que algo es de verdad aunque
se de en el tiempo, o ser siempre en
lo nuevo, traduciéndolo todo, sin viento
de retorno hasta quedarse solo.
Tú cómo estás.
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