miércoles, 6 de abril de 2011

TRES MOMENTOS


 II
Esta tristeza de que no importa nada
Ésta, que no me deja.

Esta libertad  que no logra distinguir
el consuelo intrascendente del paso de
la magia.

Esta tristeza y esta libertad que hacen
que lo demás no sea, y que sólo se van
cuando usted llega.

II

Me olvidé porque no tuve noticias o no llegó
una  respuesta.
Porque así estaba dispuesto, para olvidarse
como todo.
Porque así tenía que ser.

Me olvidé para sufrir menos y porque no había
remedio.

Porque el olvido es la sustancia que hace a lo
que no fue tener presencia, escribir una carta
inútil, recobrar un poema.

III

Cómo es posible que alguna vez alguno de los
dos se halla querido a sí mismo más que al otro,
que lo haya convertido en un escenario de su
quererse  solo.

Que haya mentido tanto... ¡ Dios ¡












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