Hay una voz dentro de mí que repiten mis sueños
para no morirse, y yo junto con ellos:
Espera, que el tiempo se va a compadecer de ti y al
final va suceder que esta apariencia escrita va a dejar
su intento y alcanzará al poema.
Espera, que no hay otro remedio, si nunca hiciste nada
que valiera la pena.
Espera la cosecha aunque no hayas sembrado y espera
correspondencia después que te dejaron, porque eso es
lo que queda.
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