Uno debe preguntarse que tienen de universal los sentimientos,
si esto de tenerlos es algo ya en desuso y nadie se instala en ellos.
Si el rumor que se esconde para guiar
al encuentro, es lo mismo que el silbido
de un tren cuando la soledad va de
regreso.
Uno debe preguntarse si los afectos viven aprisionados, después de que se dieron, igual que algunas estampas en los libros viejos.
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